Escrito y dirigido por Dudley Murphy y protagonizado por la gran Bessie Smith, el corto St. Louis Blues esta dedicado a glosar la personalidad musical de William Chistopher Handy, a la sazón productor del filme y uno de los más grandes compositores de la época clásica del blues, autor de piezas tan memorables como la que titula la película u otras como Aunt Hagar’s Blues, Beale Street Blues, Ole Miss Rag, Memphis Blues o Yellow Dog Blues, habituales en el repertorio de muchos grupos de jazz y música popular de las primeras décadas del siglo pasado
St Louis Blues pertenecería a esa categoría de películas conocidas como soundies, algo así como el precedente histórico de los videos musicales de hoy en día. Posee además el enorme valor añadido de ofrecernos la rarísima oportunidad de ver a la emperatriz del blues, Bessie Smith, en imágenes, interpretando a una mujer abandonada por su amante que llora sus penas en la barra de un bar, como describe melodramáticamente la letra de la canción.
Fue el propio Handy, como ya hemos dicho productor y asesor musical de la película, quien convenció a Bessie para que participase en ella. La filmación tuvo lugar en Queens en junio de 1929, y además de Smith participó una banda liderada por otro de los grandes talentos musicales del momento, el pianista James P. Johnson, acompañada por el un tanto invasivo Coro Hall Johnson.
Durante mucho tiempo se pensó que los dos rollos de St Louis Blues se habían perdido, pero no resultó ser así: en 1940 se encontró una copia en México, una de tantas que andaban circulando por ahí sin demasiado control. En 2006, la Librería del Congreso de Estados Unidos lo incluyó en su programa de protección en razón a su notable importancia cultural e histórica. Dudley Murphy rodaría también otros interesantes testimonios musicales, como Ballet Mecánique junto al artista francés Fernand Leger o el también soundie Black And Tan, protagonizado por la orquesta de Duke Ellington, grabado unos pocos meses después del que hoy nos ocupa, en diciembre de 1929.
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Publicado por elcallejondeljazz
(Gijón, 1962)
Comencé a interesarme por el jazz a los 13 años. En 1981 me uní a la Asociación de Amigos del Jazz de Valladolid, colaborando en las tareas organizativas del Festival internacional de Jazz y otras actividades como emisiones radiofónicas, charlas de divulgación, publicaciones...
A finales de los 80 me incorporé al plantel de colaboradores de El Norte de Castilla como cronista de jazz, publicando regularmente artículos, reseñas y crónicas en el suplemento Artes y Letras, dirigido por Francisco Barrasa. En el otoño de 1990 entré a formar parte del equipo -primero como colaborador y más tarde como redactor- de la revista Cuadernos de Jazz, dirigida por Raúl Mao. A finales de los 90 escribí también para El Mundo -Diario de Valladolid y el bimensual Más Jazz, dirigido por Javier de Cambra.
En febrero de 1991 me convertí en programador de conciertos del Café España de Valladolid, tarea que desempeñé hasta su cierre en 2009, participando en la realización de más de un millar de conciertos durante el período.
En 1994 me incorporé al jurado del Concurso de grupos del Festival Internacional de Jazz de Getxo, tarea que he venido desarrollando hasta la fecha. He participado también en la organización de varios ciclos y eventos jazzísticos, como los festivales de Burgos, Palencia, Ezcaray, FACYL de Salamanca, el festival Ahora de músicas creativas de Palencia, el ciclo Son del Mundo de Caja de Burgos o la Red Café Música de Castilla y León.
Entre 1996 y 99 trabajé como road manager para la agencia Jazz Productions de Barcelona, participando en giras con, entre otros artistas, Johnny Griffin, Kenny Barron, Abbey Lincoln, Phil Woods, Mulgrew Miller, Steve Lacy, Diane Reeves o Jesse Davis.
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