
Nos encontramos en plena era histórica de la televisión en Estados Unidos: en aquellos tiempos la programación se emitía íntegramente en directo y en blanco y negro. El servicio lo prestaban tres cadenas comerciales, que solían emitir programación cultural los domingos por tarde: los espacios más populares en este campo eran Camera Three y Omnibus, que inicialmente eran ofrecidos por la cadena CBS, para pasar luego el segundo de ellos a la NBC.
Camera Three fue creado por el productor Robert Herridge, un escritor afincado en Greenwich Village con talento para adaptar eficazmente los clásicos de la Literatura al formato breve y directo de la televisión. Una de sus ideas fue la de preparar una emisión dedicada al jazz, que desde los años 40 había tenido cierta exposición el la tele, pero sin logros particularmente notables. Herridge contactó con dos conocidos expertos en este campo, Nat Hentoff y Whitney Balliett, con la idea de reunir a un grupo destacado de músicos de jazz que actuaran en vivo durante una hora.
Finalmente se convocó a 32 músicos distribuidos en 7 formaciones diferentes; muchos de ellos nunca habían aparecido en televisión, y de hecho su perfil no coincidía necesariamente con las vacas sagradas de esta música: no estaban los Armstrong o Ellington, pero sí otros con suficiente peso específico para garantizar un buen resultado artístico: Thelonious Monk, Count Basie, Henry Red Allen, Roy Eldridge, Billie Holiday, Coleman Hawkins, Lester Young, Ben Webster, Jo Jones…
Herridge se puso manos a la obra procurando mantener en lo posible el espíritu espontáneo que caracterizaba las sesiones de jazz, permitiendo solos extensos con sencillos pero eficaces arreglos del pianista Nat Pierce dirigidos expresamente a estimular la improvisación. A los músicos se les sugirió que vistieran de manera informal y, si así lo deseaban, fumar. Tampoco se preparó un set especial para la ocasión, y de hecho los 20 micrófonos instalados por el técnico de sonido Sam Lane eran visibles en cámara, algo no muy frecuente por entonces.
Todo estaba preparado para la emisión cuando un directivo de la cadena encontró el nombre de Billie Holiday en una lista de consumidores de drogas y se empeñó en apartarla del programa. Tanto Herridge como Hentoff y Balliett se plantaron, amenazando con abandonar el proyecto como protesta. Finalmente se salieron con la suya, y The Sound Of Jazz se emitió como estaba previsto el domingo 8 de diciembre de 1957 a la muy taurina hora de las cinco de la tarde, con los All Star de Count Basie abriendo boca y el periodista John Crosby haciendo las labores de presentador.
El programa tuvo una acogida muy favorable tanto a nivel crítico como de público, y de hecho sentó el precedente de muchas otras emisiones televisivas dedicadas al jazz en años sucesivos, como Jazz Party, Jazz Casual o la británica Jazz 625. Gracias a la existencia de un par de copias, una de ellas parece ser que la privada de Herridge, el show pudo ser conservado y disfrutado por los aficionados de generaciones futuras sin ninguna limitación, ya que al emitirse sin una mención expresa de copyright se ha considerado siempre como de dominio público.
Muchos y buenos son los momentos que contiene The Sound Of Jazz, que hoy día puede encontrarse sin dificultad en Internet íntegramente o troceado, pero sin duda el más presente en la memoria colectiva es el inolvidable Fine & Mellow cantado con Billie Holiday, con formidables intervenciones solistas seguidas por la mirada dulce y admirada de Lady Day. Fue sin duda uno de los grandes momentos en la historia audiovisual del jazz, y un testimonio de primera mano de una era y un grupo de artistas únicos e irrepetibles.